miércoles, 19 de septiembre de 2007

Escritos de medianoche o destrozos de un misil.



Estás resfriada, con tortícolis, quizá dormida. Yo estoy despierto, con hambre, cansado de masturbarme y pensando en vano en cómo sentirme bien sin ti. Hemos perdido el don de hablarnos. En mala forma, hemos perdido los seis primeros meses del año que vivimos cuando él irrumpió como un misil, con efecto de misil y te sostiene, como sedada, como esclava, a ese misil de onda radioactiva que amas y no puedes amar. ¿Y qué hay de nosotros? ¿Acaso te amo porque no te puedo amar? Ahora escribo esto y escucho a mi compañero de departamento con su novia, conversan un buen rato, hacen el amor sin que los escuche, y otra noche más los envidio.

Quisiera tener una relación (contigo), alguien con quien proyectarme y no lo tengo. Sólo te tengo a ti y te espero porque tendrías que ser tú esa persona especial, si eres única. Y hemos perdido el don de hablarnos mientras pareciera que te prepararas para salir lanzada hacia él.

No hay comentarios: